A la semana llegaron sendos telegramas de los vendedores.
Uno decía "Vuelvo en el próximo barco, aqui no hay nada que hacer. ¡Todo el mundo en esta isla anda descalzo!"
El otro decía "¡Envíen urgentemente 500 pares por avión, y preparen un embarque de 5.000! ¡Aquí está TODO POR HACERSE! ¡Todo el mundo en esta isla anda descalzo!"
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